Hoy os presento un cuscús salado y dulce, herencia directa de la tradición andalusí. Como estamos en la época de las granadas también le eché unos granos para adornar. Resultó un gran acierto ya que resaltaba mucho más lo dulce y gustó mucho.
Ingredientes para dos personas:
Preparación
El cuscús lo preparamos como se explica en el apartado: ¿cómo cocemos el cuscús?.
En una sartén calentamos dos cucharadas (de café) de mantequilla y rehogamos una cebolla picada muy fina.
Mientras, limpiamos la media pechuga de pollo. La cortamos en trozos pequeños y se la echamos a la cebolla cuando coja color. A continuación le echamos un poco de pimienta, azafrán (yo usé unas hebras de azafrán) y sal.
Cortamos en aros las dos cebollas restantes y la echamos al agua donde se cuece al vapor el cuscus. La blanqueamos un poco. A continuación la sacamos del agua y la escurrimos. Rehogamos en otra sartén esta cebolla con dos cucharadas de mantequilla a fuego suave. Cuando empiecen a tomar color, añadimos dos cucharadas de miel y canela en polvo sin dejar de remover. Cuando lo de las dos saltenes estén listos se juntan en una saltén para que el pollo coja el sabor de la miel.
Se usa tanta cebolla porque es la única verdura del plato y en ella debe de ir el pollo con la miel y la canela que le dará todo el sabor al cuscus.
Para adornar puedes usar unas granadas. Mientras los granos estén más rojos mejor. Más dulce tiene. Y a este plato le va muy bien.
