El pasado mes de noviembre visité con unos amigos la montaña Djebel Musa , desde la aldea Bel Younech (Marruecos). Para desayunar nos pedimos un típico desayuno marroquí: Msemen y té verde de hierbabuena.
En este caso nos lo sirvieron con queso fresco. Me gustó tanto que ¿cómo no iba a atreverme a hacerlo yo mismo? Además, esta receta se realiza con cuscus de grano fino y lo he utilizado poco.
Ingredientes para cuatro personas.
500 gr. de harina
200 gr. de sémola de grano fino
350 ml. de agua tibia
1 c. de sal
1 c. de mantequilla
200 ml de aceite de girasol
Preparación
En los supermercados suelen vender sémola de grano medio. Esta vez vamos a utilizar sémola de grano fino. Yo la he encontrado en una tienda que vendían objetos marroquíes: tajines, teteras, lámparas etc.
Ponemos a calentar el agua. En un bol, mezclamos la harina con la mitad de la sémola. Añadimos la sal y el agua tibia poco a poco, hasta obtener una masa elástica. La trabajamos durante 10 minutos y la dejamos reposar 5 minutos.
A continuación fundimos la mantequilla y la mezclamos con el aceite. Nos untamos las manos con el aceite y hacemos bolitas. Las vamos colocando en un recipiente engrasado, para que no se peguen.
Engrasamos la mesa de trabajo y vamos extendiendo, lo más finámente que podamos, una de las bolas de masa. Espolvoreamos una cucharadita de sémola sobre la masa.
A continuación doblamos el borde superior e inferior hacia el centro de la masa. Ponemos un poco de aceite en la masa y espolvoreamos un poco más de sémola. Doblamos los estremos hacia el centro para formar un cuadrado. Y reservamos.
Repetimos esta operación con las demás bolas. A continuación engrasamos una sartén con un poco del aceite. Y hacemos la masa por los dos lados.
Se puede acompañar con queso, miel, mermelada etc. Yo he utilizado mermelada de arándanos.
Espero que os guste.